Es una práctica de sanación energética que promueve el equilibrio físico, emocional y espiritual mediante la canalización de energía universal. A través del flujo de energía se liberan bloqueos energéticos que estén ocasionando malestares físicos, mentales y emocionales, se armonizan los centros energéticos (chakras) y se activa la capacidad natural de autocuración del cuerpo. La intención de esta experiencia es liberar bloqueos emocionales, reducir el estrés, aliviar molestias físicas y promover un estado de paz interior. El Reiki trabaja a nivel profundo, restaurando el equilibrio energético y permitiendo que la vitalidad fluya libremente por todo el organismo.